``ORESTES: ¡Ay! ¿quién puede decir qué destino me guía?
Por amor voy en pos de una mujer de hielo
¿quién sabe lo que la suerte me tiene reservado
y si aquí he de encontrar la vida, o bien la muerte?´´
Volvemos a meternos en la
máquina del tiempo de Jean Racine para observar esta vez los
trágicos destinos de los afortunados hijos de la batalla por Illión.
Andrómaca es como una segunda guerra de Troya, movida por la
venganza, el poder y el amor.
``ANDRÓMACA: Me dirigía al lugar en que mi hijo es custodiado.
Puesto que una vez al día me permitís verlo,
y es lo único que me queda de Héctor y de Troya
iba, señor, a unir mis lágrimas a las suyas un momento:
¡hoy no he podido abrazarle todavía!´´
Después de la guerra de
Illión, la cual los troyanos perdieron. Andrómaca, la que era
esposa de Héctor mientras éste aún vivía, estaba bajo las ordenes
de Pirro, el hijo de Aquiles. Pirro está prometido con la hija
Helena, Hermíone, la cual tuvo un romance con el héroe de la famosa
trilogía de Esquilo, Orestes. A la vuelta de Orestes, parece que
Hermíone ya no le guarda nada de amor, pero él si que lo hacía.
Mientras, Pirro y Andrómaca discuten por el pequeño heredero de
Troya, Astiniacte, hijo de Héctor.
Lean y descubran esta
obra, una de las que llevó a Jean Racine a la fama para sus
contemporáneos. Una obra como referente del mundo clásico. Una obra
a la altura del gran trágico griego de moda, Eurípides. Una obra
para los amantes de las telenovelas y para los que cuando terminaron
la Illíada dijeron: ¿y ahora qué?
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